¿Quién no quisiera tener a la cabeza de la más venerable familia de Springfield a su lado mientras va al volante? Quizá para que te dé algún consejo sobre conducción o direcciones para llegar a algún lugar. Verbigracia: "¡Hey, cuidado, no eres dueño de la pista!", o algo más atrevido: "¿Por qué no me lo dices en la cara?", "¿Es el día del conductor estúpido?", y miles (bueno, no sé si tantos) que harán que realmente lo odies durante la hora pico hasta que salga volando por la ventana. Una ganga, como $10.
vía gizmodo