Y es que cuando conduces como Fernando Alonso -supongo, porque lo que es yo, mientras más lo intento menos lo consigo, pero el caso es el mismo -lo supongo también pues nunca he sabido de cacharros en un fórmula 1, pero, a lo que quería llegar sin más retuerzos: el caso es que siempre salen volando las cosas o al menos se deslizan subrepticiamente hasta que finalmente desaparecen del tablero del carro pues no se te ha ocurrido mejor idea que colocarlo justo allí para que se deslice, vuele o se lo roben. Pero Renault ha salido con esto que además de impresentable y totalmente imprescindible tiene una función que cumple con buenas calificaciones: sostiene y mantiene en su sitio esos cacharros nuestros de cada día.
vía xataka
13 de marzo de 2007
Renault, los cacharros y cómo mantenerlos
Categorías: autos