Según reporta Engadget las primeras versiones (alpha seguramente) del sistema operativo heredero de Redmond ya están en manos de "socios clave" y que Microsoft está tan emocionado que hasta ha programado las entregas de las próximas entregas de prueba (la segunda para abril o mayo y la tercera para el tercer cuarto de este mismísimo año). Váyase a saber si es para fiarse pues solo hay que ver la historia reciente, el largo retraso de Vista, que Vista no es Longhorn, que Vista debería llevar la etiqueta de Beta por todos lados, etc., etc.
Pero lo más curioso del asunto es que al parecer sería un Windows totalmente nuevo, con nuevo kernel y todo. Al igual que lo fue el Windows 95, el XP, el mismo Vista. Es decir Microsoft está empecinado en reescribir su sistema operativo en cada nueva iteración. Lo que supone incompatibilidades, fallas y otros imprevistos. Que aparecen y se subsanan con el tiempo (XP no fue utilizable hasta el SP2, por ejemplo). Es decir Microsoft está empecinado en hacer sufrir a sus clientes con cada nuevo lanzamiento (y no sé que tan bueno podrá ser eso para su imagen, y sus ventas). ¿Por qué no ven el ejemplo del Mac OS X, o el mismo Linux? Apple hizo un cambio radical con la versión X de su sistema operativo. Es cierto, al principio no era más que problemas, pero ahora el Leopardo es sólido, estable, rápido, etc., etc. Y eso se logra mejorando lo que ya se tiene y no reescribiéndolo por completo cada vez. Creo, ¿no?